Ya hablamos de la importancia de la actividad física...
Y no hay ejercicio para el cuerpo que dé un aire más agraciado y armonioso a una mujer que el yoga. He comprobado que es la mejor manera de tomar conciencia de nuestras posturas y de la conexión íntima que existe entre nuestro cerebro y las diferentes partes del cuerpo. Pero además nos ayuda a alinear nuestros músculos, a estilizarnos y a caminar mejor, haciendo que los metatarsos de nuestros pies se contacten con el suelo correctamente para sostener sobre ellos todo nuestro esqueleto y dar así una base sólida a nuestro cuerpo.
Hace 15 años tuve un accidente de auto con mi padre (¡yo no manejo!) y los discos entre las vértebras 4 y 5 de mi cuello resultaron sacudidos. Durante mucho tiempo fui víctima de dolores de cabeza y verdaderas migrañas, que me atacaban en los momentos menos esperados.
En enero de 1997 un amigo americano me llevó a una clase de prueba en el Yogazone, un centro ubicado en la calle 56, entre Park y Lexington, en New York. Hasta entonces yo sabía poco y nada de esta disciplina milenaria originaria de la India y de sus beneficios. Pero enseguida me entusiasmé y motivada por el fantástico estiramiento de mis músculos tensionados, al volver a Buenos Aires, encontré una escuela y empecé a ir 2 o 3 veces por semana. Al cabo de pocos meses, mis migrañas habían desaparecido como por arte de magia. También ayudó mucho mi encuentro con una profesora de yoga de novela: Sonia Khouri que, en estos últimos 10 años, no me ha hecho aburrir una sola vez en sus clases!!!
Desde entonces no he dejado de encontrarle virtudes al yoga: no sólo consigo desarrollar más energía ante los problemas de salud, sino que simplemente he aprendido a respirar como corresponde, usando no sólo una parte de mis pulmones, sino todo su largo y ancho, y gracias a ello, hasta duermo mucho mejor.
Pero además puedo aislarme en las situaciones de estrés sin necesidad de correr a un gimnasio o salir de casa… me basta con buscar un rincón, levantar las piernas en una L contra la pared y respirar! ¡Tan sencillo como parece!
El Yoga es un recurso muy valioso para deshacerse de tensiones y oxigenar los tejidos a través de la inspiración y expiración. Existen distintos tipos de Yoga: algunos trabajan más sobre las posturas, otros sobre la respiración o la mente. Pero en todos se busca como objetivo la armonía entre el cuerpo y el cerebro, una íntima conexión con nuestro interior. Por eso es importante encontrar el que funcione mejor para uno mismo. Nunca me cansaré de hablar de la importancia de la práctica del Yoga y de cómo puede mejorar tu calidad de vida… cómo el bajar el estrés puede hacerte una mujer mucho más centrada y elegante.
¿O acaso alguna vez viste una histérica que luzca glamorosa?
Hola¡¡ Es tan cierto lo que nos cuenta Pat del yoga y el ejercicio físico, no es tan difícil adoptarlo si se incorpora como cotidiano a la vida diaria. Hago pilates y practiqué yoga hata, ashtanga, kundalini, hay para todos los gustos y entrenamientos. Feliz día internacional de la mujer para todas y beso a Pat, Gra
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